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España brindó con vino gran reserva por unas buenas vacaciones. La campeona del mundo es profesional hasta las últimas consecuencias y lo demostró en Puerto la Cruz, donde hizo su trabajo el último día antes de marcharse a la playa a descansar. La selección española lo hizo sin prisa y sin dejar rastro, disfrutando del aroma y del sabor del vino que sale de sus botas. No necesitó su mejor receta para golear a La 'Vinotinto', selección en crecimiento pero que sigue lejos de las mejores, y jugó con el tiempo, que no le traicionó. Ayudaron los venezolanos, que colaboraron en los tres goles españoles, los tres en la primera mitad.

El equipo de Del Bosque, que ya es el seleccionador español con más victorias de toda la historia, calló la boca a Chávez, charlatán que soñaba con una goleada. El venezolano se equivocó. El que llenó de goles a su rival fue España, que marcó los tantos por obligaciones del guión. Venezuela fue un país aliado y todo fue mucho más fácil. Villa abrió el marcador a los 5 minutos. Disparó de falta directa desde Tuilla, tierra natal del 7, y Vega, guardameta local, se la tragó. Tardó en reaccionar y lo pagó con el 0-1.

La selección de César Farías se tomó el encuentro como si la vida le fuese en ello. España lo puede confirmar si se mira los tobillos. Los venezolanos fueron con todo y se llevaron dos amarillas en los primeros diez minutos. El árbitro no estaba perdiendo los papeles, fueron los locales los que no midieron en un partido amistoso que le sirvió a Del Bosque para seguir obteniendo resultados en los exámenes realizados. Valdés, titular bajo palos, estuvo sobresaliente. El portero del Barça no dio una concesión, como Albiol, central que siempre llegó a tiempo y que dejó en el olvido algún despiste de Marchena y Arbeloa. En el centro del campo, Busquets y Xabi Alonso fueron más inteligentes que nadie y durmieron el partido, jugado en un terreno seco, con la hierba alta, que ralentizó el fútbol de España.

Un amigo en la portería rival

El choque no se salió de la línea marcada por La Roja. El balón fue de español a español y volvió a acabar en las redes en el 20'. Villa y Pedro, futbolistas al cuadrado, enormes con el balón y sin él, cocinaron el segundo. Disparó el canario y un venezolano se cruzó en su camino, no para evitar el tanto, sino para facilitarlo. Vega, un amigo, tampoco llegó a tiempo. No estaba para esos trotes.

España montó un rondo a pesar de los obstáculos. Este equipo es inmune incluso a los campos de minas. Podría jugar al fútbol en la playa. A Venezuela no le quedó otra cosa que defenderse al límite del reglamento, pero se olvidó de cerrar la puerta cerca del descanso. Xabi Alonso le pegó de falta desde su casa y la barrera venezolana se abrió de par en par. Fue el 0-3. Vega, que ya estaba en cueros, se lanzó al suelo sabiendo que otra vez le tocaba recoger el balón desde donde más duele.

Manu también brinda por España

Del Bosque movió fichas al inicio de la segunda mitad. Manu del Moral debutó con España y Silva y Cazorla penetraron en la sala de máquinas. Se marcharon Villa, Iniesta y Xabi Alonso. En Venezuela aparecieron en escena, entre otros, Miku y Arango. El ex del Mallorca jugaría de titular hasta con los ojos cerrados, pero echó de menos a Orozco, el 'vinotinto' que se atrevió en la primera parte.

Venezuela hizo méritos para hacer al menos un gol, pero no lo consiguió. Valdés puso el candado y también acompañó el punto de mira desviado de la escopeta venezolana. España, que sumó a Capdevila, Torres y Casillas con el paso del tiempo, ya había hecho su trabajo, resuelto sin sudar a pesar del calor que reinó en Puerto la Cruz.